Del Rojo Sangre al tinto de verano

Del Rojo Sangre al tinto de verano

Rojo

Los colores son uno de los recursos favoritos de diseñadores, publicistas y artistas para generar emociones, y cuando se habla de emociones intensas, el rojo es su mejor aliado. Ubicado en un extremo del espectro visual, el rojo se aprovecha del sentido de alerta para manipular y provocar una acción en sus espectadores, ya sea comprar algún producto, consumir más comida o prestar atención a un lugar determinado; el rojo cumple su cometido fácilmente, y es que con esa intensidad tan característica es difícil que pase desapercibido.

Rojo es vivir en conflicto, es amor y es ira, es calor apasionado y apasionada violencia, es cálido, directo y amenazador. Una gruesa pero intermitente línea que avisa peligro, da vida intensamente y, con la misma intensidad, la arrebata. El rojo es hambre y el hambre por el rojo es muerte, se combina con el negro y danza con el blanco, es acción y movimiento que paraliza, fluye y te grita a la cara, quema tus entrañas y te abraza para quitar el frío. Rojo Sangre es una llama dispuesta a quemarlo todo y que al final seguirá latiendo para dar vida a los restos calcinados. (#eF2B2D)

Escarlata

El color rojo, como una llama ardiente, representa en la biología una señal de advertencia, un llamado de atención que indica peligro o importancia. En la naturaleza, el rojo se encuentra en la sangre que fluye por nuestras venas, en el grito de ayuda de un bosque en llamas, y en las frutas maduras que atraen a los animales para diseminar sus semillas. Es un color intenso y vibrante, que se asocia con el amor, la pasión y la energía, pero también con la ira y la violencia. En el mundo animal, el rojo se utiliza como una señal de advertencia para indicar que un animal es venenoso o peligroso, como en el caso de las serpientes coral o la mandíbula roja de algunos simios. En definitiva, el color rojo es una fuerza de la naturaleza que no se puede ignorar, una señal que requiere atención y respeto.(#FF0040)

El cuerpo humano tiene alrededor de 4.5 y 6 litros de sangre en el cuerpo, (Blood Orange #CC1100) lo que representa un aproximado del 7% del peso corporal y está adaptado para perder una gran cantidad de la misma antes de caer desfallecido. Entre 8 y 10% es lo que se pierde aproximadamente en una donación de sangre, con mareos incluidos. (Maroon #800000) Con el 15% y 30% ya podrías servir una buena jarra de vino para satisfacer la comida navideña de una familia entera (está de más aclarar que la piel pálida y el corazón latente no serán signos de ser un vampiro enamorado). Si nos acercamos al 40% estamos hablando de una transfusión obligatoria, y en los linderos del 50% alcanzaríamos unos 2.5 litros de sangre perdida, suficiente para que el cuerpo y sus órganos realicen una danza contemporánea emulando a la gran recesión, misma que la muerte recibirá como una ofrenda honrando su presencia.

Carmesí

Carmesí es peligro, una señal de alarma que indica cuidado. En la cultura popular, el rojo se asocia con la violencia y la agresión, como en la sangre que fluye de una herida o en el ojo enrojecido de un animal salvaje enojado.

Filo plata (#E3E4e5), blanco (#FFFFFF), rojo (#DA21C) y un alarido desconcertante son ingredientes básicos para formar una rápida pero eficiente escena de terror. Se han repetido tantas veces y los hemos visto con tantas combinaciones diferentes que creemos conocer a la perfección su constitución, pero si sacáramos esos componentes de la pantalla y los lleváramos a la vida cotidiana, el resultado sería desconcertante, el rojo no es tan brillante, los gritos aturden y la escena ya no es una pesadilla, es un trauma. En la pantalla es hipnotizante, pero en la realidad resulta insoportable. ¿Por qué seguimos persiguiéndolo si no soportamos su consistencia?

"Tu pelo es fuego de invierno

rescoldo de enero

allí arde también mi corazón".

  • Ben Hanscom (It)

Homólogo, Rojo Sangre

En la historia del cine, el rojo ha sido utilizado de muchas maneras diferentes. En películas de terror se utiliza para crear una atmósfera tensa y terrorífica, como en la sangre que brota de las heridas de un personaje o en los ojos rojos de un demonio. En las comedias románticas, para simbolizar el amor y la pasión, como en las flores y corazones de los enamorados. Con luces rojas intermitentes se puede denotar el peligro y la urgencia de una película de acción. El color rojo es un recurso visual muy versátil que los cineastas han utilizado para crear significados profundos y emociones fuertes en el público.

Sereno en su reposo, despiadado en forma y extracción. Correcta pigmentación de un tono en descomposición, herida de muerte. Nadie atiende al llamado, el llanto es sofocado por un eterno silencio, la crueldad de la figura no compite con la aplastante indiferencia de su ser. El anfitrión ha llegado, pero no es suficiente con su presencia, acapara la pista y contagia a los invitados que se regocijan con su tacto. Algunos incrédulos se quedan perplejos, asustados por la vida que se escapa ante sus ojos, horrorizados cierran los párpados, como si hubiera fuerza alguna que los pudiera alejar de la tormenta. Los rostros ajenos observan fascinados, disfrutan la pieza, tararean la melodía y siguen el ritmo con pequeños saltitos en intervalos aleatorios. Algunas risas desconcertadas se hacen presentes ¿enajenados o víctimas de las circunstancias?


Rojo Sangre es un culto de hipócritas, fieles a su indiferencia se incorporan, con nula intención de profesar lo acontecido se funden en su sombra.
(#9C0001)

Ausencia

Cuando el rojo se ausenta, perdemos la intensidad y la pasión. Nos enfrentamos a un mundo visual más plano y monótono, donde los tonos grises y apagados dominan. Su abandono puede inducir una sensación de letargo y apatía. Su falta puede reducir la capacidad de un artista para expresar emociones fuertes y significados profundos en sus obras. El rojo es fundamental en nuestra experiencia visual y su ausencia es acompañada de consecuencias significativas en nuestra percepción del mundo que nos rodea.

Falto de vida, camino por un sendero, entiendo que cada suspiro podría ser el último. Tengo miedo.

Sé que he vivido gracias a su falta de forma y ahora he de perecer por culpa de la misma. Entiendo el proceso, necesario y ardiente. Sobrado de entusiasmo me acerco a su encuentro, le entrego mi llama y la consume. Poco a poco veo como su figura aumenta de tamaño, su color es más intenso, más brillante, más vivo, el mío pierde color y se coagula. El rojo cielo arde y el negro suelo escucha, fue mi vida y pronto será mi muerte, atiendo a su llamado y me coge en brazos, lo quema todo. El fuego se aleja y la oscuridad me consume, con ella llega el sordo y el olvido.

- ¿El olvido? - El sordo y el olvido.
(#16161D)